Sillas de Ruedas

Parálisis parcial o total de las extremidades traseras o delanteras
- Causada por lesiones en la médula espinal, accidentes o enfermedades neurológicas.
Hernia de disco (Enfermedad del disco intervertebral - IVDD)
- Común en razas como el Dachshund. La silla ayuda a mantener movilidad durante la recuperación o cuando la cirugía no es una opción.
Displasia de cadera grave o artrosis avanzada
- Cuando hay dolor severo o debilidad que impide al perro caminar por sí solo.
Miopatías o enfermedades musculares degenerativas
- Como la distrofia muscular, que afecta la fuerza en las patas.
Síndrome de cauda equina o estenosis lumbosacra
- Donde hay compresión nerviosa que afecta la movilidad de las patas traseras.
Amputaciones
- En casos de pérdida de una o más extremidades, la silla puede dar estabilidad y mejorar la calidad de vida.
Recuperación postoperatoria
- En cirugías ortopédicas o neurológicas, una silla de ruedas puede facilitar la movilidad sin comprometer la recuperación.
Traumatismos por accidentes (fracturas, luxaciones)
- Mientras el perro se recupera o si quedan secuelas permanentes de movilidad.